jueves, 26 de noviembre de 2009

Las grandes potencias europeas.

Estos apuntes entran en el examen global de la 1ª evaluación.

Las grandes potencias europeas

1. Introducción.

2. Gran Bretaña

Victoria I reinó desde 1837 hasta 1901. Durante este período, Gran Bretaña fue la nación más poderosa del planeta, hasta que a finales del siglo XIX, Estados Unidos y Alemania pusieron en peligro la hegemonía británica.

a) Economía. Se impuso el librecambismo (reducción de las tarifas aduaneras). Gracias a ello, Gran Bretaña pudo importar del extranjero materias primas y productos alimenticios a precios más bajos, lo que permitió dinamizar su industria, e hizo más competitivos sus productos.

Gran Bretaña poseía la flota mercante más importante del mundo. Su vasto imperio cumplía una doble función: las colonias abastecían de materias primas a la metrópoli, y a la vez actuaban como cliente de los productos manufacturados en Gran Bretaña. Londres era, además, el centro financiero mundial; Gran Bretaña obtenía grandes ingresos de los intereses cobrados por los préstamos que hacía al resto del mundo.

b) Política. Gran Bretaña era una monarquía parlamentaria de tipo liberal. Se amplió el número de votantes, permitiendo votar a la mayoría de los obreros. Sin embargo, las mujeres sólo obtuvieron el derecho al voto en 1918.

Los principales partidos políticos eran el conservador (tories) y el liberal (whig). Ambos desarrollaron legislaciones que beneficiaban a los trabajadores. Desde 1900, el partido laborista acaparó los votos de los trabajadores, lo que redujo los apoyos electorales de los liberales.

La isla de Irlanda era en esta época parte del Imperio Británico. Existía tensión entre los católicos y los protestantes anglicanos. Los irlandeses no tenían autonomía política, y la mayoría no poseían tierras. Irlanda consiguió su independencia en 1921, aunque seis provincias (el Ulster o Irlanda del Norte) siguieron en manos británicas.


3. El II Imperio francés. La III República francesa

Napoleón III, sobrino de Napoleón Bonaparte, instituyó un imperio que tuvo dos fases:

- la primera fue autoritaria (1852-1860). Se apoyó en la Iglesia católica, defendió el orden y persiguió a los liberales.

- en la segunda (1860-1870) se apoyó en los liberales. Introdujo reformas de tipo liberal, y además desarrolló una legislación protectora de los trabajadores.

La derrota francesa en Sedán, frente a Prusia, supuso el final del Imperio. Tras un breve periodo de inestabilidad (la Comuna de París, que fue sofocado violentamente), se inició un período de República conservadora, durante el cual Francia se desarrolló industrialmente, e inició su expansión imperialista por el mundo. Francia invirtió y prestó grandes sumas de dinero en el extranjero. La compañía de Lesseps construyó los canales de Suez y Panamá

Jules Ferry instauró el sufragio universal en 1880. Además, estableció una educación obligatoria (laica y gratuita), y legisló las libertades de prensa, reunión y asociación. La III República fue un periodo inestable políticamente.

4. El Imperio alemán

Tras la culminación de la unificación alemana en 1870, Alemania se convirtió en Imperio (II Reich): el rey de Prusia Guillermo I era el káiser (emperador), y Bismarck su canciller.

a) Economía. En 1900, Alemania superó económicamente a Gran Bretaña. Su progreso se debió a su rápida industrialización, y no tanto a su comercio y poderío financiero.

b) Política. Bismarck, el “canciller de hierro”, dirigió la política de manera autoritaria entre 1870 y 1890. El canciller no era responsable ante la Dieta Nacional (Reichstag). Bismarck se apoyó en la alta y media burguesía liberal, e implantó el libre comercio. Pero en 1879, se apoyó en el partido de centro y en los conservadores, y adoptó una política proteccionista. Además, a partir de 1879 se declaró ilegal el socialismo. En 1890, el nuevo emperador (Guillermo II) retiró su confianza al canciller Bismarck. El káiser empezó a dirigir personalmente la política.

Durante el reinado de Guillermo II, se inició la expansión alemana por el mundo para fortalecer su economía. Esta “Weltpolitik” (imperialismo) favorecía los intereses de la aristocracia, grandes empresarios y militares, que fueron los mayores apoyos al régimen. Esta dinámica imperialista provocó la rivalidad con otras potencias, especialmente con Gran Bretaña.

5. Italia.

Tras conseguir su unificación, se estableció una monarquía constitucional con capital en Roma, que no fue aceptada por los papas. La industria comenzó a hacer su aparición en las ciudades del norte, como Milán. Sin embargo, la pobreza y el analfabetismo, especialmente en el sur, eran problemas terribles. Esta circunstancia forzó a muchos campesinos y obreros a emigrar, especialmente hacia América.

5. El imperio de Austria-Hungría

El origen de este imperio está en el antiguo imperio austriaco de los Habsburgo. El Imperio Austro-húngaro fue creado en 1867. El emperador, Francisco José I, gobernaba de forma absoluta, ya que no existían instituciones representativas.

El principal problema del imperio eran las reivindicaciones nacionalistas (ver mapa en la página 114). Hungría tenía un alto grado de autonomía.

Austria-Hungría no participó en la carrera colonial, y su desarrollo industrial fue mucho más débil que el del resto de potencias. Aún así, tenía fuertes rivalidades con el Imperio otomano, Rusia y Serbia.


6. Rusia

En Rusia la nobleza, la iglesia y el zar tenían el control de la sociedad civil y del ejército. El 90 % de la población eran siervos a su servicio.

Alejandro II inició el comienzo de un programa de profundas reformas. En 1861, se abolió la servidumbre. El Estado dio facilidades a los siervos para poder hacerse propietarios de tierras. La tierra distribuida entre los campesinos no fue suficiente, y no satisfizo a los señores, ya que perdían mano de obra, lo cual provocó una tensión social constante. Surge además una clase nueva (los kulaks), campesinos enriquecidos por las exportaciones de trigo. La industrialización fue tardía y limitada.

Los intentos de Alejandro II por occidentalizar Rusia se interrumpieron con Alejandro III (1881-1894), a pesar de lo cual Rusia experimentó un progreso económico notable, gracias a que las inversiones extranjeras (especialmente francesas) crecieron mucho en ese país. El último zar de la dinastía Romanoff fue Nicolás II (1894-1917).

La expansión rusa hacia el Este se vio favorecida por la fabricación del ferrocarril transiberiano. Sin embargo, chocó con los intereses japoneses, lo cual provocó la guerra ruso-japonesa de 1904, que perdió Rusia. Intentó controlar los países de la Península Balcánica con el fin de conseguir dominar el paso marítimo hacia el Mediterráneo.


7. El imperio turco-otomano

A finales del siglo XIX era un imperio en decadencia, ya que Serbia, Rumanía, Bulgaria, Grecia y Montenegro habían conseguido su independencia. En 1889 se creó el partido de los “jóvenes turcos”, militares que pretendían instaurar un régimen constitucional y parlamentario, para poder hacer frente adecuadamente a las potencias occidentales. El imperio otomano rivalizó con las nuevas naciones balcánicas y con Austria-Hungría por el control de la zona.

8. Las relaciones internacionales entre 1870 y 1914

El canciller Bismarck fue el árbitro de las relaciones internacionales, a través de un sólido sistema de alianzas. Su objetivo era consolidar el liderazgo alemán en el continente, mantener aislada a Francia y lograr un equilibrio en Europa. Su sistema se basó en la Doble Alianza de 1879 (Alemania y Austria-Hungría), en la alianza de los Tres Emperadores de 1881 (Alemania, Austria-Hungría y Rusia), en la Triple Alianza de 1882 (Alemania, Austria-Hungría e Italia) y en el Tratado Secreto de reaseguro firmado entre Alemania y Rusia en 1887.

Tras el retiro de Bismarck, el acuerdo ruso-alemán fue abandonado, y los franceses se aliaron con Rusia. Así, en 1894, el continente estaba dividido en dos campos opuestos: el de la Triple Alianza, y el franco-ruso.

Lentamente, los ingleses salieron de su aislamiento. En 1902, firmaron una alianza con Japón contra su común enemigo, Rusia. En 1904, Francia y Gran Bretaña liquidan sus recelos coloniales, y crean la “Entente Cordial”. Los franceses reconciliaron a rusos e ingleses: Rusia e Inglaterra resolvieron sus diferencias coloniales y en 1907 Francia, Rusia e Inglaterra forman la Triple Entente. Los futuros bandos combatientes en 1914 (Triple Alianza y Triple Entente) quedaban ya perfilados. La conformación de dos bloques militares influyó en la mentalidad colectiva, y colaboró en el estallido de la I Guerra Mundial. Hubo dos grandes focos de tensión pre-bélica entre los dos bloques: Marruecos (protectorado francés) y los Balcanes.

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