domingo, 21 de febrero de 2010

Rusia tras la guerra civil. El estalinismo

La creación de la Tercera Internacional
Los bolcheviques defendieron que el modelo revolucionario soviético (los trabajadores toman el poder por la fuerza, en un país no industrializado, sin esperar al desarrollo capitalista) debía ser seguido por el resto de naciones del mundo. Ello suponía una reinterpretación de las tesis de Marx.

En 1919 se creó en Moscú la Internacional Comunista (Komintern, o Tercera Internacional), y se animó a los socialistas europeos a crear partidos comunistas que (obedeciendo las directrices del PCUS) llevarían a cabo la revolución, siguiendo el modelo soviético. De acuerdo con estas consignas, los espartaquistas alemanes (dirigidos por Rosa Luxemburgo y Liebknecht) intentaron implantar en Alemania un régimen comunista tras la derrota del país en la Primera Guerra Mundial, pero la revolución fracasó.


Rusia tras la guerra civil

Política y administración. El triunfo del ejército rojo en la guerra civil (1920) va a suponer la consolidación de la revolución bolchevique en Rusia. A partir de ese momento, se comenzó a perfilar la organización del nuevo Estado comunista.

En 1921, el partido bolchevique pasó a llamarse PCUS (Partido Comunista de la Unión Soviética). El PCUS era el único partido político legal (el partido menchevique y el socialista revolucionario fueron prohibidos), y tomaba las decisiones de gobierno. El secretario general del PCUS ejercía también las funciones de presidente del país. El órgano más importante dentro del PCUS era el Politburó, que ejerció un férreo control de la opinión pública y las instituciones del Estado. El poder legislativo lo ejercía el Sóviet Supremo, que era la reunión de todos los soviets.

Al año siguiente, se creó la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas), que era la unión de las repúblicas soviéticas (Rusia, Kazajstán, Uzbekistán, Bielorrusia, etc.), que en teoría tenían cierto grado de autonomía.


Economía. El “comunismo de guerra”, (la política económica que se adoptó durante la guerra civil, consistente en destinar la producción del país a avituallar al ejército para ganar la guerra) había provocado el hambre y el rechazo de la población, lo que ponía en peligro la estabilidad del régimen comunista. Lenin comprendió que debía dar cierta libertad a la iniciativa privada para que la economía se recuperase.

De este modo, se inició la Nueva Política Económica (N.E.P.), que estableció un sistema económico mixto, con un sector estatal (que dominaba la gran industria, los transportes, la banca y el comercio exterior) y un sector privado (que abarcaba la pequeña y la mediana industria, el comercio y la agricultura).

Los kulaks (campesinos que poseían tierras de mediana y gran extensión) se enriquecieron mucho con la NEP, porque producían excedentes que podían vender en el mercado libremente. Los empresarios industriales privados también se enriquecieron. Esto provocaba el aumento de las diferencias sociales, no deseadas por el gobierno, y un debate interno en el partido comunista sobre si debía acabarse, o mantenerse, la NEP. En todo caso, la nueva política económica fue beneficiosa para el país, y alejó el peligro de que la URSS desapareciese.


La sucesión de Lenin.

Lenin sospechaba de Stalin, a quien veía como excesivamente violento e intolerante.


Lenin, principal impulsor del nuevo Estado soviético, muere en 1924. El debate sobre quién debía sucederle en la dirección del PCUS duró varios años. Dos candidatos se perfilaban como los posibles sucesores de Lenin:

- Trotsky, que había dirigido el ejército rojo durante la guerra civil, era partidario de extender la revolución comunista por toda Europa (revolución permanente) para conseguir la consolidación de la revolución en la URSS.

- Stalin era partidario del “socialismo en un sólo país”, es decir, independientemente de que triunfase la revolución en otros países europeos, Rusia podría por sí sola construir la sociedad socialista.

En 1929, Stalin consiguió hacerse con la dirección del PCUS. Ejerció el poder de forma dictatorial. Optó por acabar con la NEP, y forzar la colectivización de toda la propiedad. Una vez en el poder, Stalin acabó con todos sus opositores: primero, mandó asesinar a Trotsky en México, país donde se había exiliado. Posteriormente, asesinó a Zinoviev, Kamenev y Bujarin.


El estalinismo

Stalin dominó totalmente al partido. No se permitía el debate interno: todos los miembros del PCUS debían seguir los dictados de Stalin. Los que se oponían eran detenidos, ejecutados, o enviados a campos de concentración en Siberia (gulags). Se inician así las llamadas “purgas estalinistas”, que supusieron la muerte de miles de ciudadanos soviéticos.

El régimen se caracterizó por el culto a la personalidad de Stalin, que (a pesar de sus modos dictatoriales) era mostrado como el líder indiscutible de la URSS, y su benefactor. Se estableció una férrea censura en todos los ámbitos de la vida.

Durante los años 30 se dio en la URSS un proceso de industrialización forzada, y de extraordinario desarrollo económico, en el marco de un sistema económico de planificación central. Todos los medios de producción estaban en poder del Estado. Un comité (llamado Gosplan) elaboraba cada cinco años unos planes (planes quinquenales) que establecían los objetivos económicos que debían ser alcanzados al término de ese tiempo. Estos planes eran de obligado cumplimiento, y podían suponer la ejecución del encargado de la fábrica o la parcela de tierra si no eran cumplidos. La propaganda fue imprescindible para crear una mentalidad entre los trabajadores de esfuerzo y sacrificio, que influyó en el incremento de la productividad.

El objetivo fundamental de los planes quinquenales era industrializar rápidamente la URSS. Para ello, era necesario elevar previamente la productividad de la agricultura a marchas forzadas. La propiedad privada de la tierra fue prohibida. Los kulaks (que se oponían a la colectivización) fueron perseguidos. Miles de ellos fueron ejecutados o deportados. Aproximadamente, dos millones fueron deportados. Se decretó la colectivización de la agricultura. Todos los campesinos fueron obligados a formar parte de granjas colectivas llamadas koljoses, o de propiedad estatal (sovjoses). Además, se mecanizó el campo.

La planificación se extendió también a la industria. La producción de hierro y acero, la producción de energía eléctrica, la extracción del carbón y la construcción de ferrocarriles aumentó espectacularmente, y en 1930 la URSS estaba entre las primeras potencias industriales del mundo.

El coste humano de este crecimiento económico fue elevadísimo. Las condiciones de vida de los trabajadores no dejaron, además, de ser miserables.

El régimen, a finales de los años treinta, era un totalitarismo basado en el terror. Más de medio millón de personas fueron sometidas a juicios sin garantías procesales, y ejecutadas, sin haber cometido en la mayoría de los casos ningún delito. Cientos de miles fueron deportados los gulags. El objetivo era eliminar la posibilidad de cualquier oposición al régimen.

Otro cartel de propaganda del estalinismo.


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